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—Al final, decidí contactar secretamente a la persona más cercana a Lady Rune, su esposo, Hermano Aragorn.
—Al principio, Hermano Aragorn, por supuesto, desestimó mis palabras, no creyendo en mí y claro, ni yo mismo podía creer lo que mis ojos vieron y desesperadamente quería creer que era un malentendido. Esa también fue parte de la razón por la que contacté a Hermano Aragorn.
—Para convencerlo, incluso firmé un contrato.
—¿Un contrato? —Oberon entrecerró los ojos.
—Un contrato que establece que si mis dudas sobre Lady Rune estando involucrada con los Halconianos eran sin fundamento, renunciaría a mis derechos para convertirme en el sucesor y apoyaría a Lady Rune con todo lo que tengo —Félix respondió y todos en el clan Rune volvieron a asombrarse.
