—Está bien, chicos —Nux sonrió educadamente—. Estamos un poco ocupados, agradecería si nos dan un poco de espacio personal.
—… —Nawdren frunció el ceño en confusión.
¿Con qué podrían estar ocupados en un momento y lugar como este?
Había escuchado su conversación, sin embargo, no podía entender de qué estaban hablando en absoluto.
Astaria, Arvina y Riona, las que conocían a Nux y sus esposas, entendieron de qué estaba hablando este hombre pervertido.
Astaria no pudo evitar suspirar.
No podía creer que considerara a este hombre pervertido un guerrero.
La transición fue simplemente demasiado… bizarra.
—¿Qué estás mirando? —de repente, Nux se giró hacia Astaria y preguntó.
—¿Eh?
—No estés celosa. Pronto te unirás a nosotros~ —Nux habló con una sonrisa juguetona en su rostro.
—En tus sue- —Astaria quería replicar, sin embargo, se detuvo antes de completar su frase.
Al ver esto, la sonrisa de Nux se ensanchó.
—Fufufu~ —una risa pervertida se escapó de su boca.