—Ese hombre ama su vida, no creo que se atreva a hacer algo así solo para matar a tu sirviente —Amaya estaba apostándolo todo con una expresión fría en su rostro.
—Nux apretó los puños.
Él conocía a Amaya mejor que nadie, aunque ella actuara como si no fuera nada, él sabía que definitivamente estaba nerviosa y se estaba angustiando por dentro.
Después de todo, estaba apostando por la vida de su madre.
—No te preocupes, nada saldrá mal —De repente, Nux escuchó la voz de Roina.
Miró hacia ella, la mujer le devolvió la mirada, sus oscuros ojos negros brillaban de una manera extraña,
—Puedo ver en sus ojos, no va a hacer nada —No actúas basándote en suposiciones —Nux respondió.
Una pequeña sonrisa apareció en la cara de Riona al responder, —No lo hago, pero eso no significa que no sea capaz de hacerlo.
—Confía en mí, cuando se trata de leer expresiones, no encontrarás a nadie mejor que yo; después de todo, lo he estado haciendo durante un siglo.