—*Toc* *Toc* *Toc* —se oyó un golpe y pronto, la puerta se abrió.
Esta vez, sin embargo, no había una mujer de pelo corto de pie con una sonrisa en su rostro como antes. Esta vez, solo el silencio recibió a la figura encapuchada que había golpeado la puerta.
—…
—…
—…
—Bueno, esto no es precisamente una manera cálida de recibir a un invitado, ¿verdad? —habló la figura encapuchada mientras se quitaba la capa con una sonrisa en su rostro.
Los demás dentro de esa habitación, sin embargo, no parecían estar de tan buen humor como ella.
—Capturamos a Raguel —de repente, Amaya habló con una mirada solemne en su rostro.
—Bueno… eso es una buena noticia, ¿no? ¿Por qué todos parecen tan serios? —preguntó Riona con una mirada confundida en su rostro.
Amaya entrecerró sus ojos,
—¿Estás intentando ser ignorante o realmente crees que somos tan tontos que no nos daríamos cuenta de lo que hiciste? —Amaya preguntó.