—No traspases tus límites —Eardwolf miró a Athela y habló con una mirada amenazante en su rostro.
Athela retrocedió.
—Bien —Eardwolf elogió y luego, después de vestirse y arreglarse el cabello, salió de la habitación.
Después de que Eardwolf se fue, Athela resopló.
—Ese Cerdo, solo actúa así delante de mí, ¿qué te pasa cuando Riona está frente a ti? Heh, ni siquiera tienes los cojones para mirarla directamente a los ojos —Solo de pensar en esto molesta a Athela hasta lo más profundo de su ser.
Si solo tuviera el Talento de Cultivación de Riona, le habría mostrado cómo se hacen las cosas.
—¡Esa perra maldita! Siempre me miras por encima del hombro, ¿no? No te preocupes, llegará un día en que te haré arrepentirte de todo lo que me hiciste —Athela resopló de nuevo y una sonrisa cruel apareció en su rostro cuando imaginó a Riona y a Eardwolf, arrodillados frente a ella y suplicando por su vida.
—Haré que esto suceda algún día —Athela juró internamente.
…