—Nos dijo que el responsable de este ataque fue Raguel, el Primer Príncipe —reveló el Guardia.
—¡MENTIRAS! Están mintiendo. ¡Oye tú! ¿Cuál es tu nombre? ¿Sabes cuán graves son las consecuencias de mentir dentro del Salón Real? Toda tu familia se verá implicada en esto —Gibson gritó y señaló al guardia que acompañaba a Kelton.
—¡Por supuesto! Más de 10 guardias están mintiendo al mismo tiempo, ¿no es así? —Kelton rió con ira.
—¡Hmph! No es muy difícil sobornarlos, ¿verdad? —Gibson replicó.
Kelton no podía creer lo que estaba escuchando.
¡Pensar que intentaría negar sus afirmaciones tan descaradamente!
¡Esto es simplemente absurdo!
No, en realidad, no era tan absurdo.
Si Kelton estuviera en sus cabales, ya habría esperado esto, sin embargo, después de hablar con los guardias y enterarse de la condición en la que se encontraba Amaya, no pudo controlar sus emociones.