—Lovis... Yo no envié esta carta. Este sello es falso… —Evane habló con una mirada solemne en su rostro.
—¿Qué? —Lovis rápidamente arrebató la carta y miró el sello más detenidamente.
2 minutos más tarde... se dio cuenta de que lo que decía Evane era cierto. El sello era falso.
No lo había pensado antes porque el contenido de la carta contenía información clasificada y no era algo que cualquiera pudiera saber.
«Espera... ¿es uno de sus juegos?» Lovis pensó para sí mismo y miró a Evane de reojo.
Sin embargo, al ver la expresión confundida y preocupada en su rostro, dudó de esa posibilidad.
Algo estaba mal. El remitente de esta carta sabía sobre tal información clasificada, definitivamente esto no era una broma inofensiva.
Pero, ¿por qué querría el remitente que él se encontrara con Evane en medio de la noche? Si él o ella quisieran hacerle daño, entonces ¿no sería mejor llamarlo a algún lugar más... aislado?
