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—Evane, mi amor, tienes razón. Debería terminar adecuadamente lo que comencé —Nux habló con una sonrisa juguetona en su rostro.
Evane, que ahora yacía en la cama, miró a Nux, que estaba de pie justo frente a ella, con el pecho al descubierto
Esta vez, finalmente pudo verlo claramente y ella
*Trago*
Ella tragó.
Nux era... guapo.
Insoportablemente guapo.
Todo esto combinado con esa sonrisa juguetona en su rostro, y el estado en que se encontraba Evane, podía sentir cómo su región prohibida temblaba sin control.
Su cuerpo estaba ardiendo,
Evane sabía,
Su cuerpo estaba exigiendo algo.
Su cuerpo quería a este hombre frente a ella.
Entonces, Evane vio a Nux caminando hacia ella. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro. Ella miró a los ojos dorados de Nux con pasión hirviendo en su mirada.
Esta vez, estaba realmente lista.
Nux se deslizó sobre la cama, luego acercó su rostro a sus piernas, y desde allí, se movió hacia arriba.
