—Solo… ¿cómo…?
—No tienes que esforzarte tanto, Ámbar. Sé que eres fuerte, pero si tú y yo peleamos, perderás —Nux habló lo más gentilmente que pudo.
—Perder en una pelea y no ser para nada un desafío son cosas muy diferentes —Ámbar habló con una sonrisa irónica en su rostro.
Al mismo tiempo, sujetó la mano que Nux le había extendido y se puso de pie.
No prometió en vano, después de hacer 'malas cosas' con Nux, los dos comenzaron a practicar luchando uno contra el otro.
Sin embargo, Ámbar pronto se dio cuenta de algo.
Nux era demasiado fuerte, no importa cómo peleara, derrotarla era una tarea simple para Nux.
Era como si ella fuera una niña frente a él.
Ámbar no podía entender…
—Somos ambos Cultivadores del Estadio Rey, incluso podrías ser llamado un novato Cultivador del Estadio Rey, entonces ¿por qué es tan enorme la brecha entre nosotros? ¿Cómo es esto posible? —Ámbar preguntó.