—¡AAAGGGHHHH! —gritó internamente el General y finalmente, el dolor agonizante que sentía disminuyó—. Haah… Haah… Haahh…
El General tomaba grandes respiraciones y al mismo tiempo, miraba al hombre que tenía en frente con puro terror.
—Espero que ahora entiendas tu posición. Ya ves, hará las cosas más fáciles para mí y también para ti —Nux sonrió suavemente—. ¿Q-Qué es esta magia...?
No pudo evitar preguntar Armando.
—No necesitas saber eso, solo recuerda que este dolor que sentiste volverá en el momento que pienses en traicionarme. Ten cuidado con lo que piensas, ¿entiendes? —amenazó Nux.
—S-Sí —el cuerpo de Armando temblaba de miedo y asintió con la cabeza.
Viéndolo así, Nux sonrió.