—Peones jugando el juego que ellos han orquestado —murmuró Ember con una pequeña sonrisa en su rostro y la tienda se quedó en silencio. Los tres Subgenerales adjuntos no dijeron nada, parecía que ellos también sabían sobre esto.
Thyra y Nux se miraron el uno al otro y Nux entrecerró los ojos.
Jugar el juego que alguien más ha orquestado, no le gustaba nada esta sensación, sin embargo,
—No importa —Nux escuchó las palabras de Thyra en su mente.
—Incluso si todo es solo una farsa, aún sacarás mucho provecho de ello, conseguirás lo que has venido a buscar —entonces, Thyra miró a Ember y sus ojos azules brillaron—, diablos, conseguirás algo mucho más importante de lo que esperabas, no importa cómo lo mires, te estás beneficiando de este 'juego'. Así que no pienses en cosas inútiles y, juega.
Al escuchar sus palabras, Nux sonrió.
En efecto, cosas como estas no importaban.
Además, esto tenía sentido.