—Vendré contigo también. Quisiera saber cómo se siente tener sexo en medio de la guerra —murmuró la primera mujer.
...
—Nux se quedó sin palabras —comentó el narrador—. No, iré con él, sola —dijo otra mujer con determinación.
—Sin embargo, Thyra no estaba de acuerdo.
—¡¿Eh?! ¿Quién te dio el derecho de decidir eso? —contraatacó Amaya.
—¡Es cierto, no tienes derecho a decidir algo así! No seas demasiado arrogante —Allura asintió también.
—Sí, es completamente injusto que solo la Hermana Thyra pueda tener sexo con Nux, yo también quiero unirme~ —murmuró Skyla.
—Sí, no puedes tenerlo solo para ti —Felberta asintió.
—Ustedes... ¿han olvidado la Puerta del Harén? —De repente, Thyra preguntó.