—*Toc* *Toc* *Toc*
—Adelante —Nux llamó a la puerta y pronto, escuchó una voz familiar. Una sonrisa apareció en su rostro mientras entraba. —He vuelto, profesora —hizo una reverencia con su cabeza.
—Es bueno que hayas vuelto —Arvina lo miró con sus ojos marrón-rojizos y entonces, una pequeña sonrisa apareció en su rostro.
Pronto, sin embargo, su rostro se frunció mientras preguntaba:
— ¿Por qué estás ocultando tu cultivación otra vez?
—Hay muchos ojos aquí, profesora —respondió Nux.
—No te preocupes, los sirvientes que trabajan aquí son leales a mí —respondió Arvina, sin embargo, cuando posó sus ojos en Nux, se detuvo. Nux la miraba con una sonrisa irónica en su rostro. Ella entendió lo que esa expresión significaba—. Como dije, todos son leales a mí —repitió.
—¿Estás 100% segura? —cuestionó Nux.