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—¡Hijo de puta! ¿Sabes quién soy? —El hombre de cabello negro no pudo controlarse y rugió furioso.
—¿Eres el hijo del Rey? —Nux, sin embargo, no parecía muy intimidado y preguntó con calma.
—¿Eh? No, no lo soy.
—Ya veo —Nux asintió para sí mismo y luego preguntó de nuevo—. Entonces, ¿eres el hijo del Director de la Academia Real?
—No, no lo soy.
—¿Entonces eres el hijo de un Duque?
—No, tampoco lo soy.
—Ahh, entonces debes ser el hijo de un Marqués, ¿no es así?
—No.
—¿Hijo de un Conde?
—Sí, soy hijo del Conde Bourkee.
—Ah, ya veo, un Hijo de Conde —Nux asintió de nuevo y entonces, su expresión cambió—. Entonces, ¿cómo diablos se supone que sepa quién eres?
—…
La cara del rubio se contrajo de ira. Miró a su alrededor y notó que sus compañeros de clase, especialmente las chicas, trataban de esconder la sonrisa en sus rostros. Él, sin embargo, tomó una respiración profunda, acercó su cara a la de Nux y amenazó.
