Ahora mismo, Nux estaba parado en la cima de las Plantas de Bambú que habían sido cortadas a la misma altura. Delante de él estaba Thyra, quien llevaba un montón de piedras en su mano.
—Bien, empezaremos —murmuró ella y Nux asintió con una sonrisa confiada en su rostro.
Entonces, Thyra le lanzó una piedra a la cara y al mismo tiempo, lanzó piedras apuntando también a sus manos y piernas, esta vez, su velocidad era mucho más rápida que antes.
Sin embargo, a Nux no parecía molestarle, esquivó todos los ataques fácilmente con una sonrisa tranquila en su rostro.
Rayos, incluso tuvo tiempo libre para guiñarle un ojo a Thyra mientras le lanzaba piedras con una cara inexpresiva.
Al ver que esto no lo afectaba en lo más mínimo, Thyra decidió aumentar la dificultad y apuntó a su estómago.
Nux levantó su pierna izquierda del bambú y se dio la vuelta, esquivando la piedra con elegancia y tranquilidad, su pierna entonces volvió al bambú y no hubo cambio en su expresión.