—Edda Osburn, empieza a lamer mi polla como si fuera lo más delicioso que hayas probado —ordenó Nux.
Thyra vio moverse el cuerpo de Edda, se arrastró hacia Nux, colocó su cabeza cerca de su entrepierna y usó su boca para bajarle los pantalones.
Cuando lo hizo, el monstruo de 8 pulgadas salió a relucir y se posicionó encima de la cara de Edda.
Edda movió su cabeza un poco, luego, besó levemente la punta.
Su lengua salió disparada y empezó a lamer el eje de Nux.
Después de algunas lamidas, todo el miembro de Nux estaba empapado en su saliva, Edda entonces avanzó y empezó a chupar sus bolas.
—¡Ughhh! —Nux gimió de placer.
Edda continuó moviéndose, después de terminar con la chupada, besó las bolas y luego empezó a lamer su eje, hasta llegar a la punta.
Sus ojos morados rosados luego miraron a los de Nux, una pequeña sonrisa apareció en su rostro antes de engullir la cosa entera de un solo movimiento.