—(R-18) —dijo Perry entre risas.
Maestro, pareces apresurado... Perry rió entre dientes, sintiendo las manos de Jake en sus largos muslos.
Estaban dentro de una habitación bastante pequeña que estaba completamente revestida de mármol. Acostada boca arriba en una cama doble, Perry tenía las piernas alzadas.
Su desnudo maestro lentamente le bajó las medias transparentes negras. Sus dedos raspaban su suave carne, yendo desde sus muslos inferiores a las rodillas, luego los gemelos y el tobillo.
Jake tiró las medias y agarró sus pies. Eran pequeños y suaves. Los dejó resbalar de sus manos y se inclinó.
Perry abrió sus piernas en anticipación. No llevaba bragas debajo de sus medias. Podía ver su delicado coño rosa.
—Cwh... —Jake lo besó y comenzó a lamerlo, como si estuviera saboreando un plato exquisito.
—Ah~ —El delicioso gemido de Perry roció un sabor erótico en el aire de la habitación.
