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El Mago Oscuro, de huesudo esqueleto, estaba extremadamente complacido con sus tácticas. Desde el principio, su objetivo había sido bombardear a Jake. Sren no podía hacer eso con otros monstruos, pero con los demonios era posible porque tenía sus Nombres Verdaderos.
Fiona, quien había sido teletransportada a su lado, observaba atentamente la escena mientras ocultaba su sensación de pavor. Sin embargo, una traza de felicidad apareció en su rostro cuando comenzó a ver una débil y alta silueta aún de pie.
—¡¿Qué?! —El grito de Sren resonó en la cámara del núcleo.
En el piso 69.
Jake estaba ahí parado como una estatua. El ataque anterior había quemado completamente su ropa y se quedó desnudo en el charco de lava.
Su cuerpo no estaba herido en lo más mínimo y parecía como si tampoco le importara el calor de la lava.
