—Hah... Hah... —Yunna estaba acostada en la cama de su maestro, quien yacía sobre ella. Su sedoso cabello rojo estaba esparcido por toda la almohada. Jadeaba, sintiendo los labios de su maestro en su pezón.
Jake había inmovilizado a la súcubo debajo de él mientras succionaba su pecho izquierdo. Agarró posesivamente el derecho y lo apretó.
Yunna relajó sus piernas y acarició suavemente la parte posterior de la cabeza de Jake. Él bebía su leche y eso de alguna manera calmaba su insoportable lujuria. Su naturaleza materna se apoderó y Yunna adoptó una posición lateral.
Jake siguió succionando su pezón como un bebé hambriento. La leche de Yunna era realmente sabrosa. Su otra mano la atrajo por la cintura. Jake puso su muslo sobre los de ella y agarró su nalga, amasándola suavemente.