Lex una vez más reiteró toda su experiencia, habiendo decidido mentalmente que su conjetura era muy probablemente precisa. Solo momentos después de que Lex terminara de explicar, como si confirmara los pensamientos de Lex, Lord Belmont dijo
—El "anciano" que te invitó es uno de nuestros prisioneros más fuertemente vigilados, encerrado en la penitenciaría de máxima seguridad. Ha estado bajo confinamiento por unos cientos de años, así que no debería haber podido invitarte. O alguien más se estaba haciendo pasar por él, o ha encontrado una manera de entrar y salir de la prisión sin que nos diéramos cuenta.
Lex no se molestó en resistir su suspiro. Claro que se vería envuelto en algún gran plan. Para ser honesto, ni siquiera eso le importaba. Su mayor preocupación era que estaba planeando aprovechar la posición del anciano que lo invitó para albergar una reunión de líderes en su taberna durante la próxima boda.
