Jess se sorprendió por todo lo que había sucedido, especialmente desde que su madre le informó que estaría trabajando de cerca con Lex. Jess era una perfeccionista, así que cualquier tarea que realizara, lo hacía con el objetivo de alcanzar la perfección. Esto era tanto una ventaja como una desventaja.
Por un lado, todo lo que hacía alcanzaba la perfección, catapultando su reputación no solo entre su propia familia, sino también entre el público general. Por otro lado, apenas terminaba haciendo algo, porque cuanto más asuntos tomaba, menos tiempo tenía para alcanzar la perfección en cada uno.
Para esta próxima boda, había comenzado a trabajar en el momento exacto en que se enteró de ella. De hecho, para ayudarla a lograr la mejor tarea posible, incluso pidió a su familia que compilase un archivo extremadamente detallado sobre la taberna de la Posada de Medianoche para poder investigarla a fondo.