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Una vez que Lex finalmente regresó a la Posada, puso los contenedores llenos de rocas en el área de almacenamiento adjunta a su apartamento. Él había creado intencionalmente un gran espacio de almacenamiento donde podía colocar los objetos que quería mantener seguros.
Tomando un solo pedazo de roca, Lex primero realizó un experimento. La miró con su ojo izquierdo y comenzó a anotar todo lo que le venía a la mente. Independientemente de que fuese un pensamiento aleatorio, observación, suposición o sensación, Lex empezó a escribirlo.
