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Después de dejar a Miranda, Lex regresó a su oficina y se sentó allí, aparentemente mirando hacia la nada. Su conexión con la Posada a través de su atuendo y su silla lo mantenía informado sobre todo lo que sucedía, mientras trataba de abordar su estado de ánimo actual. A decir verdad, se sentía ambivalente.
Su familia no había tenido a bien incluirlo en su secreto, sin embargo, aquí estaba él, buscando a sus hermanas. Aunque no culpaba a sus hermanas, tampoco podía evitar sentirse traicionado. Una parte de él simplemente quería ir y enfrentar a William y obtener la verdad. Pero una parte de él también había dejado de importarle.
