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—¡Yo... nosotros, no sabemos! —exclamó la anciana, sin bajar la guardia. A pesar de que la casa estaba oscura, la pareja de ancianos tenía un par de velas encendidas alrededor de la habitación. La luz cálida, aunque parpadeante, en su mano cada vez más temblorosa realmente tocó la fibra sensible de Lex. Él no era exactamente un filántropo, pero incluso él no podría ignorar una situación tan desesperada frente a él.
—Él invocó una llave dorada frente a la pareja y usó su sentido espiritual para aferrarse a ella. Lenta y suavemente movió la llave a través del aire hacia la pareja de ancianos.
—Por favor, solo estoy buscando a mi familia. Hay muchos problemas afuera y quiero protegerlos.
A pesar de que el tono de Lex era suave, la flotante cercanía de la llave no los tranquilizaba exactamente. Sin embargo, Lex solo colocó la llave en una mesa cerca de ellos.
