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Durante mucho tiempo, Larry había estado viviendo en la Posada de Medianoche. Usar la Sala de Gremio para ganar algo de dinero le hizo muy fácil quedarse allí indefinidamente, y las comodidades que ofrecía lo convertían en la opción preferida, sin mencionar la seguridad perpetua contra asesinatos que ofrecía.
También le permitió tener acceso a recursos y equipo que nunca podría encontrar en la Tierra.
Había alquilado un patio donde vivía mayormente solo, aunque su novia pasaba mucho tiempo allí también. Lo más conveniente de tener su propio lugar en la Posada, sin embargo, era que podía construir su configuración como deseaba sin temor a que alguien irrumpiera y pusiera sus manos en sus cosas.