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Lex esperaba pacientemente a que llegaran los invitados. Este era, con mucho, el día más atareado que su Posada había visto jamás, y tenía que estar listo para enfrentar cualquier tipo de obstáculo. Crearía más habitaciones, alquilaría más asistentes A.I. o haría lo que fuera necesario para asegurar que todo transcurriera sin problemas.
Un destello luminoso se produjo, y Lex vio algunos rostros familiares. El Hermano Chen y Blane aparecieron, seguidos por una dama que se parecía mucho a Chen.
—Posadero —los dos soldados lo saludaron al unísono en cuanto vieron a Lex. La chica lo miró con curiosidad.
—Bienvenidos de nuevo —dijo Lex con una sonrisa—. No esperaba verlos tan pronto. ¿Pudieron encontrar su caravana? —Lex había escuchado suficiente de sus conversaciones con Falak como para saber un poco sobre ellos y por lo que estaban pasando.
