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En los pocos minutos después de la victoria de Warheil, un poco más de 120,000 peleas estallaron entre invitados demasiado emocionales. Por supuesto, no estallaron todas a la vez, y había diversos niveles de intensidad. Como era previsible, la mayoría fueron iniciadas o al menos instigadas por aquellos que estaban fuertemente afiliados con el imperio.
La mayoría de las peleas se detuvieron antes de que siquiera el primer golpe aterrizara, y cada individuo fue multado y amenazado con expulsión si continuaban con tal comportamiento. Algunas de las peleas entre los invitados más fuertes no fueron tan fáciles de detener y tomaron un par de momentos, lo suficiente para causar algún daño colateral.
Afortunadamente, nadie resultó realmente herido con la mayoría del daño infligido al entorno. Todas estas personas fueron multadas, así como expulsadas de la Posada, con una prohibición temporal de un mes.
