Lex iba en bicicleta lo más rápido que podía, pero sabía que no podría igualar la resistencia de toda una manada de lobos. Eventualmente, lo alcanzarían. Ajustando el Monóculo Elegante en su ojo, se volteó una vez más para echar un vistazo a sus atacantes. Una sola mirada fue suficiente para que el monóculo registrara todos los datos que necesitaba. El lobo gigante, que Lex asumía era el líder de la manada, estaba en entrenamiento de Qi, mientras que el resto eran lobos normales. Era básicamente el reino donde los animales comenzaban la cultivación espiritual y se convertían en bestias. El hecho de que el resto de la manada estuviera compuesto por lobos normales tampoco le facilitaba la vida a Lex, ya que su número seguía aumentando. ¡Ya sesenta lobos lo perseguían, con el líder de la manada todavía en la retaguardia!