Mary no tuvo tiempo de sentir euforia por el regreso de Lex, pues la situación era verdaderamente horrible. Una batalla total había estallado en la Posada, y la situación era mucho peor que la invasión de los Raskals, ya que al menos en ese tiempo Lex estaba consciente y se encargaba de todo.
Gerard también estaba en un estado de confusión porque... debido al estado caótico de la Posada, ¡no sabía dónde conseguirle al posadero su café!
Mientras todo esto sucedía, Lex finalmente se sentó en la silla de su oficina. La silla lo hacía estar más en sincronía con la Posada que incluso su Atuendo de Anfitrión, así que en un solo instante captó todo lo que estaba sucediendo.