—¿Dijiste que has guardado un pequeño trozo para atraer a Zagan? —preguntó Lex casualmente mientras volvían a la formación que los sacaría de allí.
—Así es —respondió Aegis, tragando nerviosamente—. Es mucho, mucho más pequeño que el que tomaste, pero debería ser más que suficiente para atraer a Zagan.
—No está mal, ¿cómo se llama este cristal? —preguntó, disfrutando aún de la cálida sensación difusa que había envuelto su cuerpo.
—No estamos seguros de si tiene otro nombre, ya que no hay registro previo de él. José, que encontró el cristal, lo llamó Esencia de Cristal Azul. Está lleno de una energía destructiva extremadamente potente que normalmente se utiliza para alimentar formaciones —respondió Aegis.
Aegis le lanzó una mirada de reojo pero no dijo nada más. Lex, en cambio, estaba bastante confundido por la descripción destructiva, pero ¿cómo podrían culparlo por considerarla gentil cuando tenía menos del 1% de la energía en su cuerpo?