Lex pensó que sus problemas terminarían una vez que los nobles y sus hijos se marcharan. Pero surgió un nuevo problema inesperado.
Big Ben, el hombre recién comprometido que había pasado los últimos días durmiendo, finalmente despertó. Estaba más saludable y energético que en cualquier otro momento de su vida, pero no celebró su nueva salud por mucho tiempo. No tardó en descubrir que la tripulación con la que había trabajado anteriormente había sido disuelta, y dado que estaba dormido en ese momento, no estaba entre los pocos que fueron inmediatamente contratados por los deudores de su anterior capitán.
Este no era técnicamente el problema de Lex, pero se sentía culpable por haber puesto a Big Ben en ese estado. Además, de todas formas estaba buscando trabajadores. Así que terminó contratando al grandote como su seguridad.
