```
La carroza estaba ausente de toda conversación al entrar a la mansión Loen. Solo el sonido del chirrido de la rueda de la carroza y el ocasional rugido del león tirando de la carroza podían ser escuchados. Desde Pvarti hasta Bertram, su hermana Greta, el conductor de la carroza, así como todos los guardias y trabajadores alrededor de la mansión, todos mantenían el silencio.
Por mucho que tratara de evitarlo o retrasarlo, eventualmente regresaron a casa. El pálido Pvarti sonrió débilmente a sus hermanos, pero no tenía ánimos para bromear. Era hora de enfrentarse a las consecuencias. Independientemente de las circunstancias, era verdad que Pvarti había terminado rompiendo su compromiso y arruinando la boda que su padre había organizado. Su padre era bien conocido por no manejar bien las malas noticias, y la noticia de su compromiso arruinado, y todo lo que conllevaba, hacían que las malas noticias parecieran una llovizna antes de una tormenta.