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Lex estaba sentado con las piernas cruzadas, usando una máscara de oxígeno en un tubo lleno de un líquido viscoso verde. Su recuperación era mucho más lenta esta vez, teniendo en cuenta que el Lotus en su espalda no estaba ayudando. En primer lugar, había ayudado la última vez debido a un malentendido y Lex no quería pedirle ayuda de nuevo a menos que la situación fuera desesperada. Por lo tanto, estaba a merced de este líquido curativo.
El mayor obstáculo para su recuperación era el veneno en su sangre. Como esperaba, su cuerpo era muy resistente a los efectos del veneno, pero resistente no era lo mismo que inmune. Afortunadamente, si había algo para lo que los humanos estaban bien preparados, era cualquier cosa relacionada con los Kravens.