—Hay un poco de noticias acerca de uno de tus hijos otra vez —dijo el Asistente Vario A. A pesar de tener el mismo nombre, no había conexión alguna entre el Asistente Vario A y el Amigo Varío A.
—Ah, dime, ¿otra decepción o ha logrado uno de ellos algo digno de mención? —preguntó el Rey.
El Asistente A se detuvo, inseguro de cómo responder, compartió directamente las noticias. —Cwenhild, tu hija de la finca Haugen, ha quitado tu nombre de sus papeles de identificación de la academia y cuando se le preguntó por la razón, respondió con "Me importa una mierda ese nombre".
A pesar de sí mismo, Cornelio rió entre dientes, luego se detuvo. No le importaba que el nombre fuese descartado o su comentario; él era Rey por derecho y poder, y había forjado su posición mediante sangre y carnicería. No sentía que su posición estuviese amenazada por esas cosas.