—Despierta —dijo Lex muy seriamente mientras sacaba una linterna y la colocaba en su arma. Tambor había estado durmiendo cómodamente después de llenarse de comida. Lex había pasado este tiempo leyendo el libro de formación y descansando, asegurándose de que estaba preparado en caso de que ocurriese algo.
Mientras Tambor se despertaba e intentaba comprender qué estaba sucediendo todavía atontado, Lex salió a buscar al líder del pueblo.
—¿Qué sucedió? —preguntó Lex, con voz sombría.
—Nada, joven —respondió el líder del pueblo mientras reía con disimulo—. Parece haber un problema con el cableado interno de mi casa. Tendremos que esperar a que la tormenta pase para arreglarlo, así que será un poco duro tener que arreglárnoslas con el frío, pero no es nada demasiado serio. Justo venía a traerles unas mantas a ustedes muchachos.