Una vez que Ragnar se marchó, Anthony tomó el control de las negociaciones. En comparación con el general, él era mucho más directo. Establecía directamente los términos y condiciones y si los terrícolas los encontraban desagradables o difíciles de cumplir o querían negociar un poco, los desestimaba y pasaba al siguiente punto potencial de cooperación.
Al final, no terminaron acordando nada ya que los terrícolas o bien querían tiempo para discutir entre ellos o bien sus decisiones dependían de su desempeño en la primera ronda de la parte de combate de los juegos. Aun así, Anthony no estaba decepcionado ni disgustado y programó un horario para su próxima reunión, en la que finalizarían muchos de sus acuerdos de cooperación.