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Aunque ya habían llegado al sótano, Nial y Bella no dejaron de hablar entre ellos.
Les gustaba la genuinidad que todos mostraban, y era aún más cómodo tener cerca a alguien con quien ya estaban un poco familiarizados.
Y esto era algo que realmente necesitaban porque ambos se dieron cuenta rápidamente de que ya se habían formado grupos.
En el momento en que entraron en un gran salón, los grupos más pequeños y más grandes de varias docenas de personas se voltearon.
Aun así, Nial realmente no se centró en ellos, sabiendo que mantenían sus miradas en él, destacándolo rápidamente por su ceguera y su bajo Rango de Origen.
Sin embargo, eso estaba perfectamente bien para él, ya que su atención se cambió rápidamente a Bella.
Parecía que ella también atraía mucha atención, lo que probablemente se debía a sus ojos. No solo eran hermosos sino también bastante únicos.
Eran de color dorado y brillaban con vigor, mostrando claramente que ella era poderosa.
