Reunirse con su familia resultó ser un poco diferente de lo esperado.
Parecía casi como si hubieran esperado que llegara a casa hoy. Lo miraron cuando entró en la mansión y lo abrazaron fuertemente.
—Te tomó bastante tiempo —dijo su padre, mientras su voz se quebraba.
Nial abrazó a su padre con fuerza, justo para que su hermana se uniera.
Se abrazaron fuertemente y pasaron un minuto completo disfrutando de la compañía del otro. Cuando poco a poco se soltaron, Nial notó que Matías lo estaba mirando fijamente.
Tenía una expresión complicada en su rostro y era evidente que se sentía un poco complicado.
Durante unos segundos, se quedó en la misma posición, hasta que Sabrina llegó a su lado. Ella presionó sus manos suavemente y le sonrió directamente.
—Adelante —murmuró Sabrina, su voz llena de dulzura y algo más que hizo que la ceja derecha de Nial se levantara lentamente.