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Los dos Originales humanos miraban alrededor con el ceño fruncido. Tres de sus colegas estaban inconscientes mientras que los cinco restantes no parecían estar mucho mejor.
Un cuchillo manifestado a partir de la oscuridad se sostenía contra el cuello de cada uno de ellos.
La situación no se veía bien, pero eso era bastante obvio.
—¿C-Cómo eres tan fuerte? ¿No estabas en coma antes y recuperándote? También creaste tu primer Anillo de Origen hace poco... ¿cómo es eso posible? —no había rastro de arrogancia en la voz del Original.
Se veía derrotado ahora, pero eso no era algo que le preocupara a Nial, a pesar de que visualizaba a todos a su alrededor.
Timoteo y los demás habían salido de la cueva subterránea no hace mucho también. Solo habían presenciado una parte de la pelea, pero fue suficiente para sentirse un poco atónitos también.
