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Siguiendo a la Capitana Clara, hicieron solo una breve parada cerca del almacén del ejército.
Allí, casi todos estaban actualmente equipándose, eligiendo su equipo y ajustando las correas de sus armaduras para estar totalmente preparados para masacrar miles de bestias.
—Aunque espero que no sea necesario, ¡llévense algunas prendas protectoras, pociones y otras cosas que crean que son necesarias! —simplemente les ordenó.
Toda huella de su anterior actitud calmada, compuesta y feliz había desaparecido y solo quedaba en su rostro una expresión sombría.
Era como si Clara hubiera sido reemplazada por un Capitán duro y aguerrido, alguien que estaba listo para luchar y matar sin piedad siempre que le permitiera a ella y a las personas de las que era responsable, sobrevivir.
A Nial le gustaba esto porque calmaba mucho a Matías.
Incluso Bella parecía estar mucho más tranquila gracias a la Capitana Clara, lo que hizo sonreír a Nial.
