—¿Tienes todo lo que necesitabas?
Evie se sobresaltó por la repentina aparición del hombre en sus pensamientos.
—¿D-disculpa?
—El mapa y nuestra información. ¿Lo tienes?
—... —Las pupilas de Evie se redondearon antes de que mirara cualquier cosa en la que sus ojos pudieran descansar. Era bueno que los demás adelante estuvieran ocupados con su charla y que la voz de Ren fuera baja.
—Y... Yo no sé de qué estás hablando. —Evie no tenía idea de cómo Ren lo había descubierto. ¿Era tan obvia? ¿O era porque él desconfiaba de ella, igual que con el resto después de la traición de Roberto?
—Está bien si no quieres decir la verdad. Pero déjame decir algunas palabras.
Evie abrió la boca, pero no salieron palabras. ¿Podía seguir mintiendo incluso si la habían descubierto? ¿O debería decir la verdad, liberarse de la culpa y arriesgarse a no obtener un contrato con uno de los gremios más buscados?
Estaba dividida, y su rostro estoico se resquebrajó por primera vez.