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La ceremonia fúnebre llegó a un abrupto final con la aparición de un ciempiés gigante con cabeza de dragón. Mostrando su boca llena de filas y filas de dientes afilados, rápidamente arrancó las cabezas de dos guardias en un abrir y cerrar de ojos.
Ren, Evie y Ragnar se teleportaron a una distancia segura cuando se deslizó en su dirección, su cuerpo masivo causando estragos en todo lo que tocaba. Los tres se teleportaron a áreas que estaban ocultas a simple vista. Sabían que la Cosa de la Noche los perseguiría esta vez, todo para silenciarlos.
Y para salir victoriosos de esta lucha y obtener esa Máscara, deben sobrevivir incluso con solo un miembro restante hasta que los Orcos y los demás puedan matarla. Si fallaban, entonces... se acababa el juego.
