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La misión para conseguir el verdadero final de la búsqueda de Sharina comenzó en el fuego del clan. El funeral por el hijo de Sharina, Draki, aún estaba en curso.
Las cabañas y tiendas estaban vacías ya que todos se reunían alrededor del fuego del clan para llorar. Los únicos Orcos que no estaban en el fuego eran dos guardias apostados en las puertas y dos exploradores que guardaban la tienda de la hija herida del Cacique.
El fuego del clan moribundo chisporroteaba al cielo mientras las estrellas giraban arriba. Zukulum levantó sus nudosas manos, y el clan quejumbroso enmudeció. Habían estado de luto por Draki y todos los miembros de la tribu que murieron toda la mañana.
