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—¿Qué quieres? —preguntó Ren, con una voz más fría que los vientos del Ártico.
Frente a la actitud indiferente de Ren, Saya se mordió la lengua y su mente quedó en blanco. Pensó que ya estaba acostumbrada a la frialdad de Ren, pero cada vez, lograba alterarla.
Un breve silencio se mantuvo entre ellos antes de que ella forzara una sonrisa. —Esa chica me recordó a Evie del restaurante.
—Ya dije que no es Evie. Solo tenía el mismo nombre y cabello que ella. —Ren no sabía por qué Saya seguía preguntando sobre eso, pero sentía que no había nada bueno en su línea de interrogatorio.
Saya abandonó ese pensamiento cuando sintió que Ren estaba a punto de enfadarse. El ácido consumía su garganta y hebras de celos se retorcían aún más fuerte alrededor de sus entrañas, sabiendo que Ren era realmente protector con Evie.
¿Ren apenas conocía a esa mujer y ya estaba actuando así? ¿Qué eran meses comparados con los años que se conocían?
