Roy activó la Defensa Absoluta en el último segundo posible.
El ataque literalmente rebotó en él sin causarle daño alguno.
Al ver lo que acababa de suceder, Damien retrocedió tropezando, sorprendido. Los demás también estaban impactados por lo fácil que Roy había desviado el ataque.
—¿Cómo has salido de eso ileso? —preguntó Damien, mirando a Roy con incredulidad.
Roy sonrió sombríamente.
—Lo que fui a obtener en la Tierra Cenicienta fue una habilidad que me otorga inmunidad absoluta contra cualquier tipo de daño durante un minuto entero al día. El efecto se restablece a medianoche —explicó con orgullo.
Hubo un momento de silencio mientras todos procesaban esta información.
Amelia fue la primera en romperlo.
—Bien por ti, joven amo —dijo con una sonrisa que apenas lo era.
Roy pudo sentir el sarcasmo en su tono.