Minutos más tarde, Dalila avistó un monstruo grotesco, cuya forma retorcida no se parecía a nada que hubiera visto antes.
Un escalofrío le recorrió la espina dorsal cuando apareció de repente en su visión.
Sin embargo, cuando parpadeó, ya no estaba allí, dejándola preguntándose si era real o un fruto de su imaginación.
Roy notó su inquietud.
La miró y la vio observando fijamente un árbol sin parpadear. —¿Viste algo? —preguntó él.
Dalila dudó antes de responderle, —Creo que vi algo parado detrás de aquel árbol en la distancia. Pero desapareció en un instante, así que no estoy segura si lo que vi fue real.
—Déjame inspeccionar el área —dijo Roy con voz grave.
Roy examinó la zona, su aguda visión penetrando la oscuridad y los árboles y extendiéndose a lo lejos.
Pero la criatura que solo ella había atisbado no se encontraba por ningún lado.
—¿Algo? —preguntó Dalila, su voz temblando de inquietud.