—Necesitamos encontrar una manera de limpiar su nombre primero si queremos adoptarlos —Roy le explicó a La Sirena Femenina que había un procedimiento complejo detrás de la adopción de los dos medio elfos.
—Yo te ayudaré con eso —prometió La Sirena Femenina.
Ella bajó sus ojos hacia él, con destellos agudos brillando en ellos mientras le decía a Roy, —¿De todas maneras, qué tal si me presentas a las chicas que estaban cerca de ti justo ahora?
Roy se sintió como un tramposo al que atraparon en el acto, pero se aclaró la garganta y actuó como si no tuviera culpa alguna.
—La de la derecha es Amelia. Ha estado conmigo desde que tengo memoria. La de la derecha es Dalila. Recientemente se convirtió en mi criada y me ha ayudado con muchas cosas. Son bastante útiles —Roy les presentó sus criadas.
—No puedes imaginarte una vida sin ellas, ¿verdad? —ella sonrió hacia él, haciéndole una pregunta que le resultó demasiado difícil de responder.