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Aunque Voss no logró corromperlo, le dio un buen susto.
—Patético —Voss no sintió nada cuando vio al Caballero Justo cortar el susurro de su alma. Su alma podría separarse en miles de pedazos. Perder uno no era gran cosa para él—. Ni siquiera me he puesto serio, y tú estás así. Esperaba más de ti. Pero supongo que te sobreestimé.
Voss dio un paso adelante, desvaneciéndose en el vacío.
Un momento después, el espacio detrás del Caballero Justo se onduló como agua, las manos de Voss saliendo de él e intentando alcanzar su garganta.
Voss no pudo asirla ya que el Caballero Justo se disparó hacia el cielo.
Se volteó y miró hacia abajo a Voss, diciéndole burlonamente —Intentaste hacer lo mismo con mi amo anterior, y terminó siendo tu peor error. Como un perro, Ninam te arrastró por el Lejano Oeste y te despojó de tus derechos y cuerpo y tu Alma Eterna fue clavada en la Tierra Cenicienta.