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—No tengo nada que darte excepto agradecimiento por salvarme de esos bastardos y patearles el trasero. Pero si quieres, no me importa usar mi cuerpo para recompensarte cuando salgamos de aquí y lleguemos a un lugar seguro.
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La voz de la Sirena Sin Forma llegó desde detrás de Roy.
No solo una, sino dos veces, él la había salvado de los Caminantes de la Niebla Roja. Habría terminado como carne muerta, devorada por criaturas abominables, de no ser por él.
Por eso quería usar su cuerpo para recompensarlo.
Desafortunadamente, estaban luchando contra el tiempo.
Así que, por ahora, solo podía agradecerle.
Al oír sus palabras, Roy sintió calor dirigiéndose a su entrepierna.
La erección que había desaparecido por el rugido de Voss hizo su aparición debido a sus palabras; una tienda se formó en sus pantalones.