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—¿Por qué nos hemos convertido en esposos solo porque la saqué del huevo, y por qué siento una irresistible necesidad de poseerla?
Los ojos de Roy permanecieron fijos en Yulran.
Él quería respuestas, y Yulran tenía que dárselas incluso si tenía que gastar el último momento de esta vida suya en responderle.
—¿Qué quieres decir con eso? ¿Acaso el clan Baldwin ha caído tanto que no te enseñaron sobre el asunto entre un puro de sangre y una sirena sin forma antes de arrojarte aquí? —Yulran abrió sus ojos incrédulos ante Roy, cuestionándolo a cambio.
Él no admitió que había engañado a Roy para que se casara con ella. ¿Por qué debería hacerlo cuando puede despedirse de este descendiente suyo en buenos términos solo con mentir un poco? Los Dragones Carmesí eran traviesos por naturaleza, pero no eran idiotas.
Su intensa reacción fue suficiente para hacer creer a Roy que él no sabía que era ignorante sobre "eso".
